El análisis de clases en Honduras es una de las tareas aún pendientes por los científicos sociales de nuestra generación, y sin lugar a dudas, definir dicho proceso de estratificación, después de casi 30 años, resultará verdaderamente difícil. No obstante, el ejercicio, más allá de su dificultad, representa un reto a la voluntad de los nuevos y nuevas sociólogas. Por lo que, resulta de suma importancia cada insumo generado dentro de dicha problemática. A continuación, intentaremos definir a partir de los conceptos facilitados por los clásicos sociológicos, Karl Marx y Max Weber, y sus aportes para dilucidar la problemática referente a las clases sociales y los componentes que contribuyen en el proceso de estratificación social tanto en el modo de producción capitalista y la sociedad socialista, vistos desde una perspectiva comparativa.
Socialmente, todas y cada una de las sociedades modernas poseen pirámides de clases y conglomerados o capas a lo interno de dichos estratos. Pero, ¿Qué es una clase social? Y ¿Cómo puede determinarse una clase social?
Definición de clase aplicada al modelo de producción capitalista, según Karl Marx y Max Weber.
Históricamente, la existencia del modelo de producción capitalista, ha generado a nivel teórico, la mayor parte de los debates relacionados al estudio y comprensión de su funcionalidad y racionalidad, y en dicho proceso, el análisis de las capas o grupos sociales que ha generado. No obstante, muy pocas veces logra estudiarse dicha temática en el modo de producción antagónico al antes mencionado, el socialismo.
Para Karl Marx, el concepto de clase era determinado por la tenencia o no de los medios de producción dentro de un determinado sistema productivo, y por ende, al no poseerlos, la venta asalariada de la fuerza de trabajo y la capacidad de compra de la misma condiconaba las relaciones de producción entre obreros y capitalistas. Dividiendo así, el proceso productivo a nivel social en dos grandes clases antagónicas: Los Obrero y obreras y la Burguesía.
“Libres y Esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos de la gleba, maestros y oficiales; en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha ininterrumpida, velada unas veces, y otras franca y abierta, en una lucha que conduce en cada etapa a la transformación revolucionaria de todo régimen social o al exterminio de ambas clases beligerantes.
(Karl Marx, 1848)
A su vez, Marx establecía la existencia de una tercera clase, los Terratenientes. No obstante, ante una clara división entre el obrero técnico, residente en la ciudad, y el obrero del campo o campesino, decide solamente estudiar, de manera social y económica, los procesos ligados a la producción meramente determinada por la inversión de tiempo y plusvalía en la creación de mercancías, ya que en dicho proceso, existían niveles de apropiación exclusivos de los seres humanos. Pero, ¿Cómo puede aplicarse dicho modelo de estudio al sistema económico socialista, donde en teoría, no existen las clases sociales y los medios de producción son colectivos?
Según Lenin:«Las clases son grandes grupos de hombres que se diferencian entre sí por el lugar que ocupan en un sistema de producción social, históricamente determinado, por las relaciones en que se encuentran respecto a los medios de producción (relaciones que en gran parte quedan establecidas y formalizadas en las leyes), por el papel que desempeñan en la organización social del trabajo y, consiguientemente, por el modo y la proporción en que perciben la parte de la riqueza social de que disponen. Las clases son grupos humanos, uno de los cuales puede apropiarse del trabajo del otro, por ocupar puestos diferentes en un régimen determinado de economía social»
(tomos, 1948)
La existencia de las clases se halla vinculada tan sólo a determinados períodos en el desarrollo de la producción social. El origen de las clases está condicionado por el desarrollo de la división social del trabajo y el surgimiento de la propiedad privada sobre los medios de producción, en otras palabras, la estratificación es generada por las relaciones de producción y la tenencia o no de los medios productivos.
Para Lenin; únicamente se hace posible acabar con la división de la sociedad en clases mediante la revolución socialista liquidando el dominio de las clases explotadoras, su propiedad privada sobre los medios de producción, sustituyendo este tipo de propiedad por la propiedad social.
La victoria del socialismo cambia de manera radical el carácter de las clases trabajadoras, aproxima entre sí a obreros y campesinos. La clase obrera, bajo el socialismo, ya no puede ser denominada proletariado: se halla libre de explotación, posee junto con todo el pueblo los medios de producción y no vende su fuerza de trabajo.
(Ulianov, 1919)
No obstante, dicha realidad se ve condicionada por el factor acción-control-expectativa, que veremos a continuación, según el abordaje Weberiano de ambos sistemas o modos de producción.
Por su parte, Max Weber proporcionaba al concepto de clase, características meramente ligadas al mercado, atribuyendo así, cualidades específicas a los grupos que compartían mismas oportunidades de vida, intereses económicos y acceso a ingresos.
“1) cuando un número de personas tienen en común un componente causal especifico de sus oportunidades de vida, en la medida en que 2) este componente está representado exclusivamente por intereses económicos en la posesión de bienes y oportunidades de ingresos, y 3) está representado bajo las condiciones de mercados de productos o de trabajo.”
(H. Gerth, 1967)
Para Weber, las clases sociales se dividían en tres grandes grupos:
1. Las clases propietarias
2. Las clases lucrativas
3. Las clases Sociales
Clases sociales en el modelo socialista; ¿realidad o ficción?
Para Max Weber, la burocracia es necesaria en el modo de producción capitalista, pero, ¿qué representa este tipo ideal de clase administradora en un sistema diferente al antes mencionado?
Si trasladamos el análisis Weberiano de las clases sociales al modo de producción socialista desarrollado, puntualmente en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y Cuba, encontraremos procesos racionales generados en el modelo de producción capitalista, tales como la Burocracia y los tipos ideales de gobernantes. Es por ello, que la comparación entre métodos de estudio es completamente valido, ya que al igual que los postulados generados por Marx, la teoría Weberiana, también es altamente Política.
Durante los primeros años del triunfo de la revolución en la U.R.S.S. (entre 1917 y 1924), el modelo de producción fue meramente socialista, libre de vicios y “degeneraciones” burocráticas. Sin embargo, después de la muerte de Lenin y ascensión de Iósif Stalin en 1925, la evolución del estado soviético tomó rumbos jamás imaginados por sus gestores.
En el socialismo, como bien lo explicaba Marx, Engels y Lenin, los medios de producción pasan a ser de propiedad social, administrados por el estado y socializados de manera directa y efectiva. No obstante, en dicho proceso, tales individuos, responsables de la administración regulada de los medios de producción, pasan a ser los verdugos interclase de los menos capacitados en la cadena de mando y como resultado, degeneran las bondades del nuevo sistema imperante.
En definitiva, Lenin explicaba el burocratismo como un signo de la falta de madurez del socialismo, debido especialmente a la existencia de relaciones de producción no socialistas entre obreros y campesinos, a la pequeña burguesía y a los burócratas zaristas con su mentalidad feudal. Desde luego, según él, había que luchar necesariamente contra la burocracia por medio de los esfuerzos unidos de los trabajadores, aunque no ocultaba la dificultad de su erradicación, que sería tarea larga y difícil. En todo caso el mejor instrumento de combate contra el burocratismo sería la gestión popular en las tareas administrativas, así como una elevación general del nivel de cultura.
(Abellan, 1984)
Para Lenin, la cuestión degenerativa del régimen soviético y el aparecimiento de esa nueva clase política burocrática (Producto de la vieja clase burócrata zarista), representaba no solamente un peligro para la supervivencia de la revolución, sino también, para el modelo socialista aplicado en todas las naciones pertenecientes al bloque “comunista” y las futuras revoluciones internacionalistas.
Años más tarde, después del triunfo de la Revolución Cubana, nace al igual que en la U.R.S.S. un nuevo modelo burocrático con características similares al ruso, con ciertas tendencias propias de la clase que tomó el poder el primero de enero de 1969 en la vieja Habana. Por lo tanto, es válido preguntar, ¿El burocratismo es una consecuencia indeseada del control, una fatalidad cubana o un mal endémico del socialismo?
Para el politólogo cubano, Dr. Gilberto Valdés, la burocracia tiene raíces mucho más profundas que el control mismo que ejerce, y considera sus causas mucho más estructurales que políticas.
“Porque está relacionado con la manera en que el país se diseñó. El excesivo verticalismo y la centralización han impedido la horizontalización de las decisiones. Y afortunadamente eso está cambiando, porque hay que permitir que cada quien asuma sus funciones, sus decisiones y no mire para arriba para pedir permiso para todo. También la cantidad de prohibiciones que hemos vivido genera estilos verticalistas”.
(Valdés, 2016)
Tanto Marx como Weber, coincidían que bajo el actual sistema de cosas, la sociedad sufriría los cambios generados por la transición entre los modos de producción anteriores al Capitalismo y, resentiría, el impacto social de dicha evolución o destrucción del mismo, trayendo consigo, nuevas capas o sub grupos dentro de las clases predefinidas y generando un abanico más extenso en la comprensión de las dimensiones sistemáticas en el mundo de los últimos 150 años. Es por ello, necesario, reactualizar las definiciones de clases e interclases para lograr comprender de manera íntegra los cambios a los cuales se ve sometida nuestra actual estructura societal. ¿Es la burocracia una degeneración o un mal necesario en ambos modelos económicos?
Así mismo, existen otros autores que definen de forma similar o basada en los planteamientos anteriores, el concepto de clase y estratificación social. Sin embargo, a pesar de los años, son Marx y Weber quienes trascienden en el tiempo, dado que sus definiciones son adaptables al actual sistema imperante, el Capitalismo, visto desde sus dos perspectivas, antagónicas la una de la otra, pero complementarias a la hora de intentar comprender la variabilidad del actual modelo de producción.
Conclusiones
1. Siempre que exista la división social del trabajo y por ende, el control racional o desmedido de los medios de producción, las clases sociales surgirán de manera natural ante la disparidad lógica de todo sistema o modo de producción. Es decir, por efectivo o disfuncional que sea el modelo, las clases o capas sociales, siempre existirán, dado que, las relaciones de producción siempre estarán presentes en los proceso productivos ligados a la conciencia humana respecto a la tenencia o no de los medios que facilitan la transformación del entorno y generan el trabajo y su distribución social.
2. Ningún modelo se encuentra exento de la estratificación social, ya que esta surge de forma espontánea ante las responsabilidades generadas a partir del régimen y modo de producción imperante. Pero, dicha clasificación de la sociedad, se ve condicionada por la tenencia o no de conciencia a nivel del individuo como cuerpo componente en la estructura social.
3. La burocracia, como clase elite en ambos modos de producción, cumple con los principios básicos de clase dominante en ambos modelos, no obstante, en el capitalismo surge como tipo ideal de una casta administrativa, mientras que en el socialismo, se presenta como la propia inmadurez del sistema mismo, es decir, viciada de las viejas prácticas desarrolladas en el modelo anterior, pero estrechamente ligada con el totalitarismo y la centralización del poder a través de estructuras verticales.
Abellan, Á. M. (1984). BUROCRACIA Y RÉGIMEN SOVIÉTICO. Revista de Asuntos Políticos , 147-148.
Beck, U. (1998). La Sociedad del Riesgo, Hacía una nueva modernidad. Barcelona, España: Paidós.
Crompton, R. (1993). Clase y Etratificación. Madrid, Madrid, España: Tecnos.
H. Gerth, C. W. (1967). Carácter y Estructura Social. Madrid: España.
Karl Marx, F. E. (1848). El Manifiesto del Partido Comunista. Londres, Buenos Aires, Argentina: Ediciones Pluma.
tomos, O. e. (29 de octubre de 1948). Diccionario sovietico de filosofia . Recuperado el 27 de Febrero de 2017, de Diccionario sovietico de filosofia : http://www.filosofia.org/enc/ros/clases.htm
Ulianov, V. (1919). Una gran iniciativa, en Marx, Engels, Marxismo. En V. I. Ulianov, Una gran iniciativa, en Marx, Engels, Marxismo. (pág. 479.482). Moscú: Editorial Progreso.
Valdés, G. (2016). La burocracia: un mal a extirpar. Cuba Debate, 3-5.
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