En el ocaso de lo palpable tu alma sueña lo impensable, tu mente vive lo inenarrable, tu ser me pide lo irrealizable…
Lo razonable, quizá en tu mente es solo historia, pues solo veo inertes trozos de lo que un día era sincero, de lo que ayer fue verdadero, de lo que hoy es un misterio… Lo imperdonable, forjo morada en tu presente, mato tus sueños, violo cerrojos, volviendo añicos tus deseos, volviendo polvo nuestros cuerpos.
Lo insensato, se hizo amigo de tu boca, besando el cuerpo de tus labios, con mil palabras alevosas, se fue quedando con tu alma, dejando aquí solo el cascajo de lo que un día fue mi gloria, regando al viento las cenizas de lo que ame, de lo que hoy es solo historia.
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