
Impulsado por saber a que debía tal honor consulte a mi utopía los motivos de aquella grata e inesperada dicha… Proviene de un amor, irrefutablemente contesto. Atónito y después de dos largos minutos llego a mí la razón, la explicación de aquella breve pero infranqueable contestación; Soy el deseo retenido, el amor inexpresivo, el dolor sufrido y hecho carne de alguien más, ajena pero estrechamente ligada a tu presente, a tu vida y a tu muerte. Soy el alma de un sentimiento errante y moribundo por tu ser, el innegable e irreversible pensamiento concebido milagrosamente para ser el puente entre tu vida y la de ella, entre tu alma y la doncella que hoy por hoy anhela tu querer. Soy algo más que un simple reflejo, soy su vida, soy su cuerpo… soy el aire, soy el cielo.
Inmutado por aquella confesión, llegue a sentirme un largo tiempo, en mi mente, alma y cuerpo tal acción era imposible, mas sin duda tan tangible como cualquier situación humanamente realizable en este mundo de ficción. Era mágico el momento, inequívoco y sereno… Era nuevo y perfecto.
Aquella manifestación meramente divina, tenia como fin la búsqueda de respuestas, que a la vez justificarían su existencia y misión, pero antes de indagar directamente en mi ser, susurro en mis oídos una mágica canción, en la cual narraba y demostraba el poder de aquel amor. Llore de alegría pues no tenia idea, que en el mundo existiera dicha forma de querer… Era inmenso, era eterno, era dulce como miel.
En el instante mismo en que moría la mañana, logro de mí despedirse aquel suspiro, pero antes de marcharse me miro directamente y con esto concluyo: Ella aguarda por tu ser, solo déjate querer…
Pero ¿como sabes que soy digno de tanto amor? Gritando pregunte… acaso el mundo puede ver lo que tu lograste ver, con ironía y esperanza contesto.
Recuerda esto siempre refuto: Soy como el viento que flota en la penumbra
de tu habitación... soy el soplo que produces al suspirar, al rosar
con un tierno gesto la humanidad de quien te ama, de esta alma que
te anhela como el sol a la mañana. Soy solo el reflejó de tu cuerpo
proyectado aquí en la tierra, soy tu aura, soy tu sombra... Soy tu vida, soy tu aurora.
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