Oda a la tierra a la magnifica. Misma que pario desde sus entrañas hombres libres en las horas mas vacías. Bendita madre que vio crecer entre deseos y guitarras al que vino en esta fecha. Sublime sentimiento el de recibir al otro cuando las esperanzas de Bolivia con su vida sucumbían en las horas mas inciertas. Que sea la tierra misma, la madre, la redentora quien decida cuando Lennon y Guevara entre cuerda y bala libertaria sobrevivan a la muerte hoy que mas se les añora.
Quizás y algún día el amor te toque, María Dolores, pero mientras eso sucede, que tu amor no se desborde.