Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2014

De Azucenas y Joaquín

Capítulo II Joaquín Octubre, mes en el que la lluvia cae y las flores ya no salen a bailar, Andrés Fernández, capataz de la Milagrosa, hacienda propiedad de los Iturralde y de la Trinidad anunciaba que su esposa, Isidora Altamira, estaba lista pa ra dar a luz a aquella criatura anhelada y esperada por ambos. No obstante, dicha bendición traería consigo la cobra y paga de Dios por traer al mundo a esta nueva ilusión, segando la vida a la mujer de aquel humilde obrero y trayendo consigo la de Joaquín, odiado desde entonces, por el significado de su tan infortunada presencia entre el resto de los inmutados mortales que presenciaron su primera y accidentada respiración. Durante sus primeros meses, el pequeño Quincho Fernández sobrevivió gracias a la leche que lograba obtener de las cabras preñadas que mes a mes se turnaban para alimentarlo en la hacienda. Sus características, propias de todo mestizo lo hacían confundir con un niño de alta alcurnia, ya que desde la vestimenta hasta l

Valentín

I -Firmaré ésta nota para no pecar de irreverente, y consecuente con los  méritos  de quien la precede… Atentamente: Quien hoy te repudia como nunca, y te amó como siempre.- Fueron las palabras de despedida de aquel pobre diablo seducido por el alcohol y alienado por el despecho de no tener el respeto y consideración de la persona por la cual había dado casi media vida y lo poco que le quedaba de dignidad, si es que alguna vez la hubo, estando atado sentimental y emocionalmente a aquel ser que lo consumió en vida y condenó al infierno una vez confirmada su muerte. Las cosas no son como parecen, un día de enero, su mujer, de quien evitaremos revelar más detalles de los que nuestro individuo en cuestión conoce y podría imaginar, decidió por obra y gracia de su mismísima y bienaventurada voluntad convertirse en el látigo y verdugo de aquel iluso constructor de ilusiones (valga la aclaración, mismas que construía en su propia mente) que no sabía más que vivir por la que él co

De Azucenas y Joaquín.

Capítulo I   Azucena Una mañana de Abril, los botones comenzaban a reventar y de ellos saltaban color alegría cómo en noche de pomposo carnaval las flores más bellas que un mortal pudiese imaginar en aquel pueblo alejado de todo el bullicio y de la tan dañina contaminación humana. La primavera cumplía ya un mes, y con ella nacía algo difícil de imaginar, una vida, vista desde un concepto singular. Sin embargo, perpetua y de impacto irracional. Azucena, en honor a la flor más prolífera de aquel lugar, fue nombrada la hija menor de don Juan Esteban Iturralde y doña Gracia María de la Trinidad, ambos floricultores de profesión, en aquel pueblo llamado Villa Hortensia de Los Ángeles, patrona y señora de dicha civilización. La pequeña nació de cabello castaño, ojos grandes color café claro y de tez blanca, nariz larguirucha y frente amplia. Escasa de cabello y con móllera pronunciada, alegre y juguetona desde el primer minuto en el mundo una vez consumado su alumbramiento. An

Origen

. Nuestro origen fue tétricamente accidentado. Altos niveles de concentración de amoniaco y dióxido de azufre en estado gaseoso circundaban el aire del planeta T-3rr1 haciendo la vida técnicamente imposible para cualquier ser vivo existente en la actualidad. Nuestro mundo carecía de atmósfera, misma que tardaría un par de millones de años en aparecer después del surgimiento de nuestros primeros y primitivos antecesores, los organismos unicelu lares primarios. Estos poblaron los amplios mares hirvientes, dado que aún nuestro núcleo experimentaba la etapa transitoria en la formación del suelo y el sub suelo planetario. Provenientes de meteoritos extraterrestres que en algún momento de nuestra joven historia impactaron con nuestro mundo, dieron lugar a la producción de dióxido de carbono y gas metano suficiente para generar un largo y prolongado efecto invernadero que duraría miles de años sobre nuestra recién nacida atmósfera. Después de algunos millones de años, la vida com