La inevitable e inherente necesidad de preguntar, se nos ha vuelto costumbre en nuestro diario caminar, ya que ni tu tienes las respuestas para entender los motivos de lo que hoy nos atormenta, ni yo para encontrar lo que nuestros seres urgentemente desean.
¿Puede alguien tan imperfecto como nosotros encontrar en este mundo vano y superficial la gracia del amor y lo bueno del amar? Pregunta que nos hacemos a diario, y que realmente jamás nos sabremos contestar. Encontrar la respuesta imposible no será, pero, dicha contestación se construye entre dos, y hoy por hoy solo somos uno, sin motivo ni razón.
La vida nos ha dado la posibilidad de coincidir en tiempo y espacio, acaso somos alguien para cuestionarla y preguntarnos, ¿Por qué hasta hoy? Volvemos a formular una pregunta para dos, solo que en esta ocasión, me tienes tu y te tengo yo.
Los días se nos hacen eternidad, las horas duran más de lo normal, ¿será que nos estamos comenzando a extrañar? o simplemente nos hemos transformado en una inédita necesidad.
¿Cuándo comenzamos a dudar? Cuestionando desde el pensamiento más lógico, hasta lo altamente irracional, sencillamente difícil será de contestar al igual que nadie nos puede asegurar lo absoluta que puede llegar a ser la verdad.
He aquí querida mía que la vida se nos vuelve una utopia, cuando el alma se desprende de su cuerpo y ya no encuentra sintonía, espontáneamente surgen preguntas y mas preguntas, de igual forma respuestas y mas respuestas, invisibles todas a nuestro corazón, que mas daríamos por saber el porque de tan difícil prueba que nos ha sido impuesta por el amor.
Que tedioso se nos vuelve el preguntar, que difícil se nos hace el razonar, sin tenernos frente a frente y consensuar, las respuestas que hoy anhelamos encontrar.
¿Puede alguien tan imperfecto como nosotros encontrar en este mundo vano y superficial la gracia del amor y lo bueno del amar? Pregunta que nos hacemos a diario, y que realmente jamás nos sabremos contestar. Encontrar la respuesta imposible no será, pero, dicha contestación se construye entre dos, y hoy por hoy solo somos uno, sin motivo ni razón.
La vida nos ha dado la posibilidad de coincidir en tiempo y espacio, acaso somos alguien para cuestionarla y preguntarnos, ¿Por qué hasta hoy? Volvemos a formular una pregunta para dos, solo que en esta ocasión, me tienes tu y te tengo yo.
Los días se nos hacen eternidad, las horas duran más de lo normal, ¿será que nos estamos comenzando a extrañar? o simplemente nos hemos transformado en una inédita necesidad.
¿Cuándo comenzamos a dudar? Cuestionando desde el pensamiento más lógico, hasta lo altamente irracional, sencillamente difícil será de contestar al igual que nadie nos puede asegurar lo absoluta que puede llegar a ser la verdad.
He aquí querida mía que la vida se nos vuelve una utopia, cuando el alma se desprende de su cuerpo y ya no encuentra sintonía, espontáneamente surgen preguntas y mas preguntas, de igual forma respuestas y mas respuestas, invisibles todas a nuestro corazón, que mas daríamos por saber el porque de tan difícil prueba que nos ha sido impuesta por el amor.
Que tedioso se nos vuelve el preguntar, que difícil se nos hace el razonar, sin tenernos frente a frente y consensuar, las respuestas que hoy anhelamos encontrar.
Comentarios
Publicar un comentario