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Némesis

 -Al parecer, el objetivo de tu misión no es negociable.-Apeló aquel desdichado hombre ante su inesperada visitante.

-Está usted en lo correcto. Debe resignarse y aceptar lo inevitable. –Sentenció ella.

-Sólo dime una cosa antes de que me desintegres, ¿Cuál es tu nombre?

-Mi nombre no importa.

-¡Qué más da!

De pronto, aquel ser fue reducido a motas de polvo. La pistola desintegradora había sido activada en el momento mismo en que terminó de pronunciar sus últimas palabras. El rayo de protones generado por el arma, fue el medio perfecto para no despertar la más mínima de las sospechas,  sin ruidos  y sin pistas. Era el crimen perfecto.

A la mañana siguiente, la noticia era del conocimiento de toda la sociedad marciana. Las causas del asesinato del senador Antares Born eran desconocidas. Todo parecía indicar que su muerte había sido planificada, ya que su verdugo le ajustició en su propio módulo habitacional.

La notificación de mi asignación al caso llegó con mi primera conexión a Cerebro Universal. Después de tomar mi desayuno, me dirigí hacia la cámara de despresurización y tomé mi ducha matutina. Una vez afuera, me dispuse a observar la última memoria de datos generada por el sistema de seguridad de la habitación de Born.

Al parecer, la chica que le asesinó era su Mino asistente. A mí ver, todo encajaba a la perfección con dicha hipótesis. No obstante, había algo raro en todo aquello. En los vídeoregistros, Born nunca opuso resistencia.

Eran los 8 ciclos hora de la mañana cuando ingresé a la oficina del Mayor Daniels, quien me esperaba con el informe preliminar de los hechos.

-Muy buen día, agente Martínez. –Dijo mi jefe, mientras le daba un sorbo a la taza de café que sujetaba con las dos manos.

-Buen día, señor.

-¿Imaginó que ya está al tanto de su asignación al caso Born?

-Así es, Mayor.

-Según el informe otorgado por la administración del módulo residencial del senador, la mujer que aparece en la última memoria de datos, es una Cuma de nombre Ariani Etili, quien aparentemente labora como Mino de compañía para una empresa independiente.

-¿Quiere decir qué el senador no le conocía?

-Según los informes preliminares, nunca se habían visto antes.

-Entiendo, señor. –Contesté con tono de incredulidad.

-Los datos obtenidos a través de cerebro universal, indican que la joven Cuma ingresó al recinto a los 23 ciclos hora de la noche. Según información no oficial, el senador solicitó los servicios de la antes mencionada. Sin embargo, los registros no revelan que él haya hecho ninguna llamada o transferencia de datos.

-Todo parece ser parte de algo más grande de lo que muestran las evidencias, mayor. –Señalé con suspicacia a mi superior.

-Por ello decidí asignarlo al caso. Confío en que su experiencia nos dará mejores y más sólidas hipótesis para poder tomar rumbo fijo hacia la resolución de este caso. Ya que el Senado Galáctico, ha solicitado al mejor de nuestros hombres.

-Espero no defraudarlo, Mayor Daniels. –Fueron mis palabras finales antes de salir de la oficina del jefe de división de mi departamento.

Una vez finalizada la reunión con mi jefe inmediato, organicé mi agenda a seguir durante el día, y analicé de mejor manera los datos proporcionados por el Mayor Daniels ya establecido en mi cubículo personal.

La ficha de antecedentes de la Cuma Etili, indicaba que esta había trabajado durante los últimos cinco ciclos anuales para la compañía ACCEXCU, empresa que se encargaba de proporcionar a sus clientes, Cumas consorte o de acompañamiento sexual. Sus oficinas se encontraban en el vórtice sur de Marte, por lo que mi primer punto a visitar estaba definido.

El transporte público Marciano era el mejor de toda la Confederación, a excepción del Neo Terrano, claro está. Mientras me transportaba en el metrolevitador, logré descansar un par de minutos antes de llegar a mi destino. El día representaba un verdadero reto para mí, y ahorrar energías era mi primera misión.

Al cabo de 25 minutos llegué a la periferia del planeta. La compañía se encontraba en el último piso de uno de los módulos empresariales del Peumat 8954-M5, diseñado únicamente para albergar en su interior, oficinas, despachos y otras entidades no confederadas.

Luego de salir del ascensor, me dirigí hacia la recepción de la compañía. El cubículo de atención se encontraba vacío. Frente al buró de bienvenida se podía apreciar una pequeña sala de estancia y en una de las sillas, una joven visualmente agradable.

-Le estaba esperando, agente Martínez. Es un gusto conocerlo.

-El gusto es mío. Pero, ¿Cómo sabe mi nombre?

-Sabemos todo de usted. ¡Por favor! Acompáñeme.

Inmediatamente, la joven se puso de pie y me señaló la entrada a otra sección del piso en el que nos encontrábamos. En su interior, había un escritorio y en él, un hombre de edad avanzada, de cara larga y mirada penetrante, pero de apariencia afable.

-Bienvenido, agente Martínez. Es un gusto poder tenerlo con nosotros. Mi nombre es Irvin Calstron, y soy el presidente de ACCEXCU. Creo que ya conoce a mi secretaria privada, la señorita Emma Etili. Tome asiento, ¡Por favor!

-Mucho gusto, señor Calstron. Y no, al igual que a usted, a ella también acabo de conocerla. Le pido disculpas de antemano por ser tan directo, pero ¿Imaginó que ya está enterado del motivo de mi presencia?

-Efectivamente,  estimado Bruno. Lamento que nuestra forma de recibirle no sea la adecuada, pero, debido a la situación en la que nos encontramos, he decidido no correr ningún tipo de riesgo, y antes de que le fuera asignado este caso, hemos influido en su nombramiento.

-¿Qué intenta darme a entender, señor Calstron?

-Que todo estaba calculado, señor Martínez. Usted es la única persona que puede resolver el problema en el que nos encontramos.

-Todo esto me sorprende realmente, ¿Sería tan amable de explicarme por qué todos, excepto yo, saben lo que está sucediendo?

-Como sabrá, la noche de ayer, una de nuestras empleadas se vio vinculada en el asesinato del Senador Born, y es por ello que debe escucharme detenidamente durante los próximos minutos.

-Le escucho.-Contesté con notable impaciencia.

-La señorita Etili, al igual que Emma, su hermana, son organismos avanzados y no simples Minos de servicio. Durante el amotinamiento del año 450, junto a Andrés Gonzáles, colaboré en la construcción de varios prototipos mejorados de biointeligencias artificiales. En conclusión, Ariani y Emma, son producto de dichos experimentos. Sin embargo, el Antiguo orden robó información sobre nuestro trabajo y actualmente pretenden capturar, a como dé lugar, a cualquiera de ellas.

-¿Está intentando decirme que todo ha sido un complot?

-Exactamente, agente Martínez.

-Señor Calstron. No pretendo ser disonante, pero ¿Cómo puede estar seguro de tal cosa?

-Emma, ¡Por favor! muéstrale al agente Martínez nuestra bitácora de registros.

-Por favor, tome mi mano, agente Martínez.

De pronto, mientras me disponía a tomarla de la mano, recibí una fuerte descarga eléctrica como resultado de mi acercamiento con el cuerpo de la joven Etili. Segundos más tarde, su piel y la mía hicieron contacto y lo inexplicable comenzó a suceder.

La cantidad de información transferida hacia mi cerebro a través del contacto físico con la señorita Emma, era increíble. Miles de memorias de datos pasaron frente a mis ojos en cuestión de segundos, al grado que mi cabeza parecía explotar, quedándome como único recurso para sobrevivir ante dicha avalancha mental, la sumisión voluntaria.

Todo era real, cada sentimiento o sensación compartida en la descarga de datos afectó mi juicio durante algunos minutos. Mi cuerpo y mi mente se encontraban devastados. Y al cabo de algunos segundos, el sueño se apoderó de mí.

-Señor Martínez, ¿Se encuentra bien?

-¿Cuánto tiempo dormí?

-Medio ciclo hora, señor.

-¿Medio ciclo hora? –Pregunté con total incredulidad a la joven Ariani.

-Es increíble. Ahora entiendo por qué es tan importante para el antiguo orden poseer a las señoritas Etili. Señor Calstron, podría decirme, ¿Por qué?

-Agente Martínez, desde el ascenso de nuestra revolución, el antiguo orden desarrolló diferentes procesos de contra ofensiva en aras de recuperar el poder de la Confederación Galáctica. No obstante, nosotros también desarrollamos mecanismos de defensa y prevención ante la vorágine destructiva de las grandes casas Neo ordanas. Y es por ello, que pienso contarle cómo llegamos a esta situación.

-Durante nuestros primeros años como gobierno provisional, creamos diferentes sistemas inteligentes a espaldas de nuestra propia clase, blindando así cualquier posibilidad de sabotaje o intromisión de grupos externos.

Andrés, Sabimé y yo, diseñamos dos modelos basados en el prototipo neuronal utilizado en Arkhé, primera inteligencia artificial humana. El proyecto Arkhé 01 era toda una realidad, y nuestra contra ofensiva nació en el momento mismo de su creación.

Andrés era la mente creadora, y nosotros, los ejecutores de cada uno de sus planteamientos. Después de su muerte, Arkhé pasó a ser la pieza angular para la protección de nuestra revolución, y fue así que diseñamos a Emma y Ariani, ambas neurointeligencias humanas avanzadas.

Las hermanas Etili poseen el código genético de Arkhé y el material neuronal de Andrés. Y su principal función es la protección de su madre, quien dio vida a ambas utilizando su propio material celular.
Actualmente, nadie aparte de nosotros, incluido usted, sabe de la existencia de Arkhé, y de dicho secreto, depende nuestro futuro como especie. Es por ello, que pido su total discreción y colaboración en dicha empresa, agente Martínez.

-Entiendo, señor. De ahora en adelante, cuente usted conmigo.

-Así sea, agente Martínez. Nuestra revolución depende de lo que podamos hacer. Emma le contactará en cualquier momento, esté atento.

-Así será, señor Calstron. -Y con un saludo inclinando nuestras cabezas a distancia, estando él uno frente al otro, finalizamos nuestra conversación.

Luego de mi reunión con el señor Calstron, me dispuse a regresar a la zona metropolitana. En mi viaje de regreso al norte del planeta, logré detectar que alguien me seguía, por lo que bajé a inmediaciones del sector libre de Marte, mejor conocido como la zona Cuma.

La zona Cuma, era el cuadrante del planeta en el cual funcionaban las casas de compañía administradas por Minos independientes y Cumas que trabajaban como agentes libres. Sus calles y bares se encontraban iluminadas por tecnología fotolumínica color neón, y  en dicho lugar, siempre había cabida para el desenfreno y la algarabía durante las casi 25 horas del día marciano.

Una vez bajé de la unidad de transporte, ingresé en uno de los miles de bares de la zona y me senté en la barra del lugar. Mi perseguidora, por fin reveló su identidad, mientras yo ordenaba dos cócteles.

-Es un gusto conocerla, señorita Etili.

-El gusto es mío, agente.

-Debemos buscar una mejor ubicación para poder conversar, algo me dice que este lugar no es seguro para usted.

-Tiene usted razón, señor Martínez. Pero mi presencia en este lugar es menos importante que la suya. En cuestión de segundos, alguien vendrá a buscarlo, por lo que es de vital importancia que salga de aquí ahora mismo. Búsqueme en Cerebro Universal, ahí podremos conversar pacíficamente.


Ariani Etili se levantó de la barra y enseguida le seguí buscando abandonar el lugar. Al salir del bar, un grupo de no menos 10 hombres ingresó en el complejo y minutos más tarde huyeron del lugar. Las cosas comenzaban a tornarse complejas. Había llegado el momento de comenzar a actuar. Mi vida corría  verdadero peligro.

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