Nunca hubiera imaginado el poder pensarte como te pienso ahora. Quererte luego de haberte entregado el alma era sensato y necesario, porque el alma solo se entrega una vez, y durante ese tiempo, si es que hubo tiempo, el verbo amar me resultaba limitado cuando decía que te amaba. Decirlo era tan simple, pero yo quería expresarte mucho más. Que cosa más bonita sentía, máxime cuando mi inconsciente creía ser correspondido, mis cinco sentidos se sobrepasaron de alertas y me desoriente en ese camino loco de los realmente enamorados.
Sabes, desde entonces mis sueños no son los mismos, mi cuerpo es otro, y dicha realidad es como chocar a toda velocidad contra un muro. Las ilusiones que parecían reales se esfumaron, y es que el alma solo se entrega una vez, y ese amor que te juraba también solo se siente una vez.
La manera en que me despertaste de él fue tan cruel que hasta suena como un crimen donde el asesino no recibe condena, el dolor era fulminante pero seguía viva. Mi pecho quemaba y hacia frío, debía estar sin ti pero no podía, ni quería estar sin ti, entonces decidí seguir contigo para olvidar ese sentimiento aunque estuvieras a mi lado, y llego el día en que solo te quería, como quien aprecia a un amigo por lo aprendido. Tus ojos expresaban amor por primera vez y los míos olvido, ¡¿Cómo podía ser así el destino?! , nos amamos pero no al mismo tiempo, estando en el mismo lugar, con la misma gente, con los mismo amigos, ¡Estando juntos! No fue nuestro tiempo. ¡Qué ironía! Aun atesoro tu recuerdo, porque el alma solo se entrega una vez.
De mi querida amiga BRE
Comentarios
Publicar un comentario