Quien lo
diría, hoy en pleno siglo XXI, la involución esta a la vuelta de la esquina…
las paredes hablan, la vida se devalúa, las libertades mueren y las alcobas se transformaron en oficinas.
El hombre, tal cual lo conocemos, cabo su propia tumba en el momento mismo en
que acumulo fortuna. Al descubrir el libre albedrío, la religión, el fuego, la
avaricia y sucumbir a las locuras. Lo hizo también al forjar deidades, al
aniquilar a sus propios semejantes, y en la espera de conquistar los universos
más distantes, solo plasmo sus deseos de ambición y extender su tiranía a otras
formas de vida, que representen a sus intereses lealtad, sumisión y
plusvalía.
¿A imagen
y semejanza de quien fuimos creados? No es ninguna herejía o blasfemia
preguntarlo… hasta el menos letrado de nuestra raza cuestionaría la vileza de
nuestros actos, si tan solo nos detuviéramos a contemplar que el acabose de
nuestro mundo se va acercando, y no es necesario esperar apocalipsis, guerras
nucleares o diluvios universales.
Bastara con girar la cabeza hacia el norte y copiar el enlace de la
aplicación que dice: ¡Involucione!, descargue gratis.
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